En la ciudad de Caracas
- Venezuela, vivía hace un tiempo un joven periodista, el cual trabajaba
haciendo reportajes para un periódico, el joven llamado Carlos, de 32 años,
tenía una familia muy unida, una esposa y su única hija de 7 años de edad.
Carlos estaba cansado
porque su jefe siempre le mandaba a que hiciera reportajes aburridos y sin
ningún tipo de acción. Un día su jefe lo llamó y le dijo que tenía que hacer un
reportaje en la ciudad de Mérida sobre una agencia de turismo cultural; Carlos
al darse cuenta de que era otro de los reportajes aburridos que siempre le
mandaban le comentó a su jefe que existía un manicomio abandonado allá mismo en
Mérida y que según la gente, actualmente se estaba utilizando para almacenar
drogas para luego venderlas, así que le dijo que si podía hacer un reportaje
sobre eso en vez de hacerlo sobre la agencia de turismo.
El jefe se quedo
pensándolo un instante y accedió a que Carlos fuera a Mérida e hiciera el
reportaje del manicomio.
Esa tarde Carlos llegó
a su casa, saludó a su mujer y a su hija y mientras almorzaban les comentó que
tenía que ir a Mérida a hacer un reportaje, pero Carlos no les dijo que era
sobre un manicomio porque sabía que no estarían de acuerdo, así que les dijo
que era sobre una agencia de turismo y que volvería en menos de una semana. Esa
misma tarde, Carlos empacó su maleta, agarro sus cosas y se despidió de su hija
y de su mujer la cual antes de que él se fuera le regalo una grabadora muy
pequeña que cabía en la palma de su mano, Carlos la guardó en su bolsillo y
tomó las llaves del carro para partir hacia Mérida.
En el camino hacia la
ciudad andina todo parecía normal, Carlos iba a una velocidad media muy
tranquilo, se hizo de noche ya eran las 7:00 pm. y Carlos ya iba a llegar a
hospedarse para a la mañana siguiente ir a investigar. Lamentablemente antes de
que Carlos llegara al hotel tenía que pasar por el manicomio ya que era la
única vía para llegar hasta el lugar de hospedaje, así ocurrió, mientras pasaba
por el frente del manicomio su auto tuvo una falla y se apagó, el vio que no
había nadie a su alrededor porque era de noche, se percató de que no venía
ningún carro y se bajo de su auto a ver que sucedía, él abrió la parte de
adelante del automóvil donde se encuentra el motor y las otras maquinas del
auto para revisar si había alguna falla, al hacer esto de la nada apreció un
autobús que se dirigía frente a él a mucha velocidad, Carlos no encontraba que
hacer, así que decidió ir adentro del auto a tocar corneta, así lo hizo, entró
al auto e intento tocar corneta pero el autobús no se detenía, Carlos hizo
cambio de luces pero no había forma de que se detuviera, lo único que Carlos
pudo ver es que el autobús al parecer se conducía solo, después de esto Carlos
vio una luz blanca y despertó a la mañana siguiente tirado en la acera frente
al manicomio, se levantó y decidió tocar a ver si había alguien y de una vez
poder investigar algo, al tocar salio una doctora y lo invitó a pasar, el
accedió y entró a conversar con ella, le preguntó si ella sabía algo sobre si
en ese manicomio guardaban drogas y ella respondió que no, seguido de esto
Carlos le comentó que no tenía donde pasar la noche y la doctora le dijo que
podía quedarse allí ya que tenían un cuarto vacío, como no tenía otra opción
aceptó.
En la noche le tocó
dormir en un cuarto junto con otro señor de mayor edad, el cual le decía que se
fuera que no se quedara, Carlos no entendía el porqué de esto así que no le
prestó atención, al intentar dormir él escucho muchos gritos de torturas pero
al final pudo descansar.
A la mañana siguiente
Carlos se disponía a irse y cuando quiso hacerlo la doctora le dijo que se
podía quedar más tiempo y así conversaban más. Llegó la noche y Carlos aún
estaba allí, mientras todos dormían intento salir y no pudo porque la puerta
estaba cerrada así que volvió a pasar la noche allí. en la mañana del otro día
pudo observar a los locos corriendo y algunos subían al techo y se suicidaban y
el notaba de que nadie hacía nada por detenerlos, desde ese momento se dio cuenta
de que algo andaba mal.
Carlos pasó varias
noches en el manicomio por la misma razón que había pasado la segunda noche (le
dijeron que se quedara más tiempo y cerraron la puerta), durante ese tiempo el
notó muchas cosas, notó que el viejo con quien el compartía el cuarto todas las
noches se lo llevaban a tortura y lo sometían a electricidad, Carlos intentó
salir pero no había forma, hasta que una noche lo buscaron a él y lo llevaron a
tortura con electricidad (electromagnetos cerebrales) y desde esa vez todas las
noches le hacían lo mismo, él no sabía que hacer ni como salir de ese lugar,
decidió llamar a su mujer desde el teléfono del manicomio para avisarle
mientras todos dormían, logro hacerlo entrando a la cocina y cuando llamó
contestó su mujer y el le dijo: Mi amor! cómo estás? soy Carlos, tu esposo,
estoy en Mérida pero aquí suceden cosas muy extrañas y yo quiero regresar y no
puedo hacerlo necesito ayuda! Estoy en el manicomio abandonado. La mujer le
contestó: Señor deje de bromear! mi esposo murió hace dos semanas. Carlos se
quedo mudo por un segundo y en ese momento llegó la doctora y él tuvo que
trancar. Allí fue cuando la doctora le dijo que nunca podría salir de allí, que
el estaba muerto y que ese era un manicomio de torturas para los que ya habían
fallecido.
Desde ese momento nadie
nunca más volvió a saber mas de Carlos y nadie se atrevió a ir a ese manicomio
a investigar nada. Se dice que todo el que pasa por el frente de ese lugar de
noche escucha gritos de dolor y lamentos.
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